viernes, 15 de junio de 2007

TIERRA DE TRADICIÓN

El suelo natal, la tierra ancestral, es poderoso argumento que sustenta el inequívoco sentimiento de afecto hacia la cuna primigenia que, como producto del natural proceso de reproducción humana, acoge a las generaciones que se van sucediendo en el devenir histórico de los pueblos. Sumado a ello, las características de su gente, le da el sello distintivo que sirve para exhibirlo orgullosamente y elevar la voz con matices de estentóreo canto mañanero, en un pretendido y comprensible afán de distinguirse entre los demás conglomerados humanos, identificados con nombre propio y que forman parte de una gran nación.
Sres. Alejandro Morales, Lucio Martínez, José de la Luz Ayala y Pedro Purizaca

Esto ocurre con Bernal, pueblo enclavado en tierras de la histórica Comunidad Campesina “San Martín” de Sechura, cuyas gentes orgullosamente exhiben el legado de pueblo agrícola por herencia y tradición, donde siempre se produjo la mejor y más cotizada fibra de algodón Pima, que llenó de dinero a los acopiadores e industriales, aunque el agricultor bernaleño sólo le quedara deudas e insatisfacciones.
Los bernaleños, hombres y mujeres, siempre constituyeron una sociedad cultora de valores donde el trabajo, la honradez, la sinceridad, la solidaridad, la amistad, el respeto, el amor al prójimo y la legítima defensa de sus tierras, sirvieron para configurarlos como un pueblo respetable, digno de admiración e indómito ante las pretensiones de algún dictador de turno.
Es Bernal una tierra acogedora donde cada día enhiestos algarrobos y tamarindos mecen sus verdes ramas, para llenarnos de frescura y alegrarnos el alma, en cada amanecer, con el melodioso trino del “chilalo”, símbolo de resistencia a la vida en cautiverio. Que sosiego siente el campesino que, agobiado por la fatiga del duro trabajo en el campo, se cobija bajo las sombras y aplaca su sed con un refrescante trago del “néctar de los incas”.
Qué alegría sentimos cuando las bandas de músicos nos llenan con sus contagiantes melodías, especialmente en las noches de “retreta” y los estruendosos “surgidores” rompen el silencio para anunciarnos la celebración de alguna festividad religiosa. Cuánta alegría y emoción nos causan “Los Garibaldis” o “Raíces y Ritmos”, con sus populares danzas, entre la que destaca la danza de “Los diablicos”. Cómo nos encandilan los ojos los vistosos castillos de fuegos artificiales que, con sus luces multicolores, nos regalan magia, arte e ingenio de los maestros pirotécnicos. Qué gozo para el paladar y los gustos exigentes de quienes disfrutamos de un banquete fiestero con los sabrosos platos típicos de nuestras mujeres, expertas en el arte culinario.
Estas son sólo algunas de las poderosas razones que hacen de Bernal un pueblo muy acogedor, noble y generoso, “Capital regional del Carnaval”. Es por eso que todo aquel que nos visita ocasionalmente, siempre tendrá tentación de regresar. Por eso aquellos que no nacieron en esta tierra, y que alguna vez llegaron a ella, terminaron embrujados con las bondades de un ambiente sano, ecológico y ajeno a los vicios y problemas sociales de las ciudades. El cariño de su gente, su espíritu solidario y su afán de brindar siempre amistad sincera, hacen de Bernal un pueblo digno de vivir en él y compartir siempre los anhelos y deseos de superación, progreso y desarrollo.

Prof. Gustavo G. Guevara Gálvez

PERFIL DEL POBLADOR BERNALENSE

La bernaleña es alegre, trabajadora, hacendosa, conversadora, respetuosa, experta cocinera y elaboradora de la chicha, participativa en actividades e instituciones, solidaria y humilde.
El bernaleño es alegre y bromista; por eso es el centro de atención y aceptación en las reuniones. Las anécdotas lo persiguen y lo que es un susto o mal momento para uno, es risa y broma para los otros.
Algunas frases son de gente pintoresca que aún vive y otras se han ido quedando impregnadas en el lenguaje popular, a pesar que muchos de sus autores han muerto. Estas frases causan más gracia y hacen que la conversación sea más familiar. Frases como “social, dijo Eulogio”, “como dijo la palabra”, “no seas fatal, dijo Olmedo”, “así es el destino, dijo Negro Amalio”, “bonito tu tío, dijo el finado Julio Pingo”, “jodidazo, dijo Demetriadas”, “cholo no, dijo la quirra”, “por la rebruja de su madre, dijo Chino Panta”, “olvídate, dijo el finado Capazote”, “que más que tuvo la tonta, dijo pellao”, “me vieras, dijo Salomón”, etc., le dan un carácter especial a las amenas conversaciones de los bernaleños.
Otra de las características del bernaleño es su hospitalidad y cordialidad. No por puro gusto somos "Tierra Noble y Generosa". Esto es quizá imperceptible por el propio lugareño, pero el visitante lo percibe. La cordialidad se aprende diariamente al departir momentos en armonía y amistad, sin altercados; al compartir la mayor parte del año en fiestas religiosas y sociales y al sentirse como una gran familia. Todo esto le hace ser servicial ante el forastero, generoso y desprendido con lo poco que tiene y sentir placer al atender. Con su franqueza y alegría ofrece sus variados potajes y su rica chicha de jora, que se sirve en los tradicionales "potos".
Sobre esto último diremos que, debido a la zona calurosa donde nos encontramos, el bernaleño tiene predisposición para aplacar en todo momento la angustiante sed. Diariamente se consumen grandes cantidades de chicha y clarito (jarras y bidones) Es muy dado a ingerir su chicha. Y el que no nace con esa inclinación aprende. Es parte de su sociabilidad tomar por el menor motivo. Una banderita blanca en una casa anuncia que hay chicha para vender y buenos piqueos para disfrutar y tal vez música (Cantaritos de Oro, Karibe, los Hayas, Los Bellkings) para disfrutar de la alegría. Tomar chicha tiene su rito, el de la amistad. Beber es un pretexto para la conversación.
El bernaleño es pacifista pero no cobarde; frente a la pasividad ante la vida, puede decirse que también es optimista. Esto le ha permitido salir adelante en cada prueba que el destino le ha puesto, como el enfrentar la falta de agua, las lluvias torrenciales por varios períodos y la falta de trabajo.
Es, también, solidario. Cuando un vecino está en desgracia está presto a colaborar económicamente ante el llamado de la “emisora” o en alguna actividad benéfica.
Por último diremos que tiene arraigada religiosidad popular por costumbre y tradición. Es infaltable en la devoción a un santo, la participación en una celebración de alguna hermandad o sociedad o las sacrificadas peregrinaciones. ¡Pobre de aquel que le falte al Santo o la Virgen o que no participe de alguna fiesta, ya sea como mayordomo, devoto, obligante, o simplemente como “gorrero”!
Jorge L. Tume Quiroga

ANTIGUO TEMPLO "SAN FRANCISCO DE ASÍS"

Foto: Cortesía Percival Mendoza

LO QUE SE ESTÁ PERDIENDO

Bernal, a pesar de ser un pueblo noble y generoso, está perdiendo algunas costumbres que es necesario recordar:

- Cuando alguien moría, si era adulto, las campanas “doblaban” en señal de muerte, y si era un “angelito” las campanas “repicaban”, que era diferente al “doble”.
- Cuando se moría alguien, sus familiares, se ponían “luto”; pero diferente al actual. En el caso de los hombres, el luto consistía en ponerse un trozo de tela negra en el pecho y una franja en el brazo izquierdo, por dos años. Las mujeres llevaban vestido negro y se cubrían la cabeza y la cara con una manta negra. Fuera de la casa del difunto se ponía una linterna en señal de luto.
- Cuando se estaba en los días previos al Viernes Santo se tocaba de noche las puertas de los Templos o casas abandonadas para que “salga el diablo”, correrlo y “no mate” a Diosito.
- Cuando se acercaba la fiesta del 18 de enero, el 25 de diciembre, en el templo, después de la “Misa del Niñito”, se publicaba la relación de “parcialidades” (Sechura, Muñuela, Muñiquilá y La Punta) que les tocaba poner los arcos en las esquinas, cerca del templo “San Francisco”. Esta relación era de carácter obligatorio, ya que representaba la identidad de los pobladores de Bernal.
- Como un culto de agradecimiento, cuando llegaba el agua por los canales, los agricultores “recibían” con voladores y repiques de campana lo que consideraban una ayuda de Dios, ya que tendrían agua para sembrar y cosechar. Además los niños no se “bañaban” en el canal hasta que pasen 3 días, mientras el agua “se limpie” y no les salga “granos”.
- Antes los niños y jóvenes saludaban a los “mayores”. Si alguien no lo hacía cometía una falta grave. Hoy, algunos jóvenes y niños no saludan.
- En carnavales, los yunceros ya no recogen las “cañas de frutas” para vestir al Yunce; ya no se recorre las calles del pueblo con hacha en mano, señal de que “llegó la hora de tumbar al Yunce”; incluso, algunos Yunces ya no sacan al “Ño Carnavalón”.
- Se han perdido algunas danzas como “Los 12 pares de Francia”, “Los Bernardos del Carpio”, “Los 7 caballeros”, “Las Saraguas”. Estas danzas tenían relación con las luchas entre “moros y cristianos” y duraban 3 días; los dos primeros se paseaban por el pueblo y en el último se desarrollaba la historia; empezaba a las 3 de la tarde y finalizaba a las 3 de la mañana. Cada danza tenía su historia y uno que aún lo conserva es don Antonio Pazo Tume. Aún viven algunos “danzantes” como don Gregorio Calderón Yenque y don Guadalupe Periche Tume.
- Antes las abuelas enseñaban a sus hijas a tejer talegas, alforjas, mantas, etc. que les servían para el uso diario. Hoy usan bolsas plásticas. Incluso las madres, cuando iban a “dar a luz”, tejían ropa para el recién nacido (botines, chompas, gorros).
- Antes los jóvenes mandaban saludos de “complacencia” por la emisora. Mandaban saludos a sus enamoradas a través de su signo zodiacal y les dedicaban románticas y antiguas baladas.

ELLOS NOS ENSEÑARON

Todos festejamos el aniversario de nuestro pueblo; pero son pocos los que se acuerdan de rendir homenaje sincero, fraterno y de respeto a quienes nos enseñaron a ser bernalenses. Son nuestros queridos ancianos, a quienes les debemos mucho porque ellos hicieron de Bernal un pueblo de respeto; por ello los debemos poner en el sitial que se merecen.
Están todavía con nosotros elementos valiosos que, si fuéramos metódicos, le preguntaríamos ¿qué los llevó a querer a este pueblo?, ¿qué ha hecho que Bernal sea cuna de grandes personajes? o ¿que hicieron para que todo aquel que llegara a Bernal se quedara para siempre? Un saludo efusivo a los siguientes antiguos bernaleños:


Máximo Chunga Paiva
Augusto Amaya Nunura
José Amaya Morales
Juan Martínez Flores
Juan Chunga Tume
Felipe Ruiz
Ermindo Chunga
Carmen Loro Zeta
Justa Curo Álvarez
Baltazar Loro Zeta
Félix Chapilliquén Antón
Daniel García Ayala
Asunción Tume Ayala
Bruno Chunga Paiva
Juan Antón Nunura
Lorenza Álvarez
Benicio Herrera Castillo
Santos Chunga Coronado
Ignacia Morales Aguilar
Ursula Ruiz Vda. de Tume
Graciela Agurto Vda. de M.
Marina Antón Vda. de Paiva
Carítina Chunga Ayala
Ramos Chunga Ayala
Fausta Pazo Antón
Mercedes Alvarado Antón
Teodora Ruiz de Loro
Guadalupe Curo Álvarez
Gabriel Chunga Paiva
Baltazar Ayala Martínez
Leonardo Antón Rumiche
Veneda Purizaca Rumiche
Carmen Pingo Periche

Como se darán cuenta, son muchos; inclusive algunos ya no residen en Bernal, pero son ejemplo de grandeza y quieren a este pueblo; de ellos debemos sentirnos orgullosos. Homenaje aparte merecen doña Asunción Tume que fue madre del ilustre Leoncio Amaya Tume y dona Mercedes Alvarado que fue esposa de un hombre que combatió defendiendo nuestra patria.
Nuestro homenaje merecido a ustedes “queridos viejos”. Hoy y siempre nuestro recuerdo les pertenece.

Juan Tume Pingo

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(Este artículo fue publicado en la revista AMANECER BERNALENSE, el año 2004, con motivo del 83° aniversario de nuestro Distrito. Como es natural, algunas de las respetables personas - cuyos nombres aquí aparecen - han fallecido).

MARIQUILLAZOS

La Mariquilla y el Negro Viejo, es una estampa folcklórica que se puede apreciar en las navidades de nuestro pueblo. Consiste en una danza que realiza una pareja, que en un intermedio del baile y la música lanza jocosos versos con cadencia y rima. Estos versos describen algún hecho o característica de algún personaje del pueblo y son celebrados con sonoras carcajadas.

Les alcanzamos algunos de estos mariquillazos:

A mi negro cuando lo conocí me engañó que era jugador del Cañaña,
A mi negro cuando lo conocí me engañó que era jugador del Cañaña,
pero ahora ya lo quiero dejar porque me da vergüenza que solo anda como Miro, cargao su ñaña.

Ay señores qué les parece que Teko dice que se va a la reelección porque en Bernal hay mucho que hacer.
Ay señores qué les parece que Teko dice que se va a la reelección porque en Bernal hay mucho que hacer.
Pero la gente anda diciendo que sí va a ganar pero de seguro que esta vez va a tener su tercera mujer.

Ay señores les voy a decir, que la mujer de Condorito dice que antes que él le dé un beso ella era muy feliz.
Ay señores les voy a decir, que la mujer de Condorito dice que antes que él le dé un beso ella era muy feliz.
Pero el problema que ella tiene es cuando él le acerca su nariz.

Ay señores les voy a decir que en este Festival Chalías ha jalao su moto pa que lo ponga de silla.
Ay señores les voy a decir que en este Festival Chalías ha jalao su moto pa que lo ponga de silla.
Pero váyanle y sáquenle su yoque y van a ver que su cabeza brilla como una bombilla.

Ay señores qué les parece, que la señora Lucy Juárez está postulando de regidora provincial porque a su pueblo quiere prestarle muchos servicios.
Ay señores qué les parece, que la señora Lucy Juárez está postulando de regidora provincial porque a su pueblo quiere prestarle muchos servicios.
Pero, a ella cuando lo ven pasar por la calle los niños gritan: “mamá, mamá, ahí va la Norma de mil oficios”.

Ay señores les voy a decir, que cuando a mi negra la conocí la quería con mucha mesura.
Ay señores les voy a decir, que cuando a mi negra la conocí la quería con mucha mesura.
Pero ahora la quiero dejar porque se ha puesto más detallosa que las hijas de Salomón Nunura.


El amigo Chapa saboreando la rica chicha de jora


ANÉCDOTAS BERNALENSES

Un balde... un balde con agua

Don Julio Pingo estaba en el club Atlético Alianza, cuando ya estaba delicado de salud. Era un 28 de julio y se iban a bendecir los servicios higiénicos que dejaba, como recuerdo, don Ántero Tume.
Como don Julio estaba con diabetes, su problema principal era la diarrea. Sabiendo esto, don Claudio Loro, puso a don Manuel Chulle “Pellao” para que cuide los baños, no los vaya a ensuciar Julio Pingo.
A don Julio lo ganaba el “apuro” pero no podía salir porque no iba a poder llegar a su casa. En ese momento se escucharon las notas de la banda de músicos que se acercaba acompañando a las autoridades. Esto fue aprovechado muy bien por don Julio, diciéndole a don Pellao “anda cholo, ve por dónde vienen esos cojudos” (se refería a las autoridades).
Don Pellao salió muy apurado a mirar por dónde venían las autoridades, constatando que ya estaban cerca al club. En esos momentos, muy preocupado, agarrándose la cabeza, se acordó de su tarea que le habían encomendado y regresó muy apresurado.
Encontró a Julio Pingo muy tranquilo en el lugar donde lo había dejado. Pero don Pellao no se confió y se fue directo al baño. En ese momento lanzó un grito desesperado: “un balde, un balde, busquen un balde con agua” y corría como un loco. Las autoridades ya ingresaban al club.
Don Claudio muy sorprendido le dijo: “¿qué tienes hombre?... cállate que ya están los invitados aquí”. Don Pellao afligido respondió desesperado: “un balde, un balde”. “Pero, ¿qué tienes hombre?” – volvió a preguntar don Claudio.
─Ya se fue a cagar este mil pucta, será la fatalidad, ahora ¿como lo hacemos? ─respondió.
Julio Pingo le dijo: “Límpialo cojudo… aunque sea con tu camisa, apúrate que ya va a ser a la bendición”.
Todos los socios reían con disimulo, mientras don Pellao, ─que estaba temeroso, por si se vayan a dar cuenta que los baños ya habían sido ensuciados antes de bendecirse─ terminó diciendo: ─Mil pucta, serás la fatalidad que te vienes a cagar. ¡Qué fin irán a tener esos baños!

Así era mi cholo

Nace la hijita de Miro y llega doña Alejandrina Bancayán a visitar a su nieta Gloria. Le pregunta: ¿Hijita como está la ñañita?
- Está bien abuela, sólo que de noche no me deja dormir. Sólo para llorando porque de día duerme – respondió Gloria.
Doña Aleja, muy preocupada la aconsejó:- No hijita, no la acostumbres, porque así eran mis cholos. Yo por quererlos los dejaba y ya ves les hice un mal… pobre mi cholo Avelino se quedó dormilón.

Ahí está mi Manuel que es matarife

Bernal estaba convulsionado. Resulta que con la llegada de una compañía constructora una jovencita fue “secuestrada” por un trabajador. Salió la noticia en el periódico que este mozalbete (como dijo Román Brunerio) solicitaba siete mil soles por el rescate.
Esta noticia causó ira en el pueblo y muestras de solidaridad a la familia de la muchacha. Cuando todo se aclaró, para bien de la familia, se hizo un comentario en la Emisora “La Voz del Pueblo”, en el sentido que las chicas tengan cuidado, que no se dejen engañar por gente foránea, que se fijen bien en sus futuros maridos. Se planteó que en Bernal había jóvenes y adultos solteros, con capacidad para mantener a una familia. Se dijo que, por ejemplo, estaba disponible don Daniel Bayona Amaya, que tiene sueldo del Ministerio de Educación; también estaba el joven Caracciolo Tume Símbala, que tiene sueldo del Municipio; el joven Aldo Temoche, que tenía su vaquita y que desea ser un próspero ganadero en el futuro.

En fin, el comentario quedó allí. Más tarde se acerca doña Magdalena Morales que en forma inocente dice: “está bien cholo lo que has dicho por la emisora, si acá hay harto muchacho soltero; tá’ por ejemplo mi Manuel (Cachemo) que es matarife, sí gana pa’ mantener; tá’ ese muchacho Orestes Loro que es albañil; tá’ ese Camilo Nunura que entrega esos papeles que los manda el Juez y gana aunque sea algo; tá’ ese cholo de Piloto, él tiene su horno de ladrillo, tá’ ese cholo de Avelino, Arvin creo que se llama, también es albañil; tá’ ese Angel Chero que en el boletín de los muchachos danzantes dice que tiene hartas profesiones... hombre si tá’ hasta ese Teko que ya lo dejó su mujer, él por ejemplo tiene un buen sueldo. Sino que estas chinas bandidas quieren gente que nos sea de acá pa’ que, velay, las dejen así nomás como si fueran unas cochas, que sólo los caza el coche cuando es alquilao”.

¿Qué hace don Daniel en la secretaría?

La profesora Margarita Tume Chunga estaba enseñando a sus alumnos, de primer grado, del Complejo Educativo de Bernal, el funcionamiento de las diferentes oficinas del plantel.

Visitaba las aulas para mostrar para qué eran útiles. Llega a un aula y pregunta - señalando la pizarra - ¿Cómo se llama esto? Los niños en coro contestan “pizaaaarraaaa”. ¿Para qué sirve la pizarra?, pregunta nuevamente. “Para escribir” gritan los niños. “Muy bien”, dice la profesora. “Ahora vamos a otro lugar”. Llegan a la dirección y la profesora pregunta: “¿Qué funciona aquí?”. “La direccióóón”, vuelven a gritar en coro los niñitos. ¿Quién es el Director? “El profesor Calixto Chunga”, contestan los niños. ¿Cuál es su responsabilidad?, vuelve a interrogar la profesora. “Dirige el colegio, aunque algunas veces no viene porque se marea”, dijeron los niños. “ssshhhhh, cállense malcriados”, dice la educadora, a punto de soltar una carcajada. Ahora dirigiéndose a otro lugar pregunta “¿Qué funciona aquí?”. “La subdireccióóóón”. “¿Quién es el subdirector?”. “El profesor José Sebastián Llicán Chancafe”, es la respuesta unánime. “¿Cual es su función?”, sigue preguntando. “Asume la dirección cuando se le encarga o cuando el director no viene”, contesta un niño muy bien peinado. “Además está a cargo del personal docente de primaria”, dice otro por no quedarse atrás. “Muy bien”, dice orgullosa la profesora Margarita. Por último “veamos acá”, dice señalando otro lugar y vuelve a interrogar: “¿Qué funciona aquí?”. “La secretarííííííía”, ensordecen a la profesora los niños. “¿Y qué se hace en la secretaría?”, dice doña Margarita. Los niños responden, “se guarda el chivo”. “Archivo”, corrige la profesora. “Y se da trámite a la documentación”, dice otro niño. La profesora no podía ocultar su felicidad y orgullo pues sus alumnos habían asumido rápidamente sus enseñanzas. “Vamos con la penúltima pregunta, ¿quién tiene a cargo la Secretaría?”. “Don Daniel Bayona Amaya”, contestan los niños. “Por último, ¿qué hace don Daniel en la secretaría?”. “SOLO ESTÁ QUE SE RIE”, gritó un niño mirando a don Daniel Bayona.

Asfaltado

A nuestro gobernador político, don Guadalupe Gómez, cuando fue regidor provincial (periodo del Dr. "Popi"), le correspondió tomar la palabra en la inauguración del asfaltado de unas calles. Empezó su discurso diciendo “bueno jovencitos, nuestro gobierno provincial está cumpliendo con lo que prometió, es decir mejorar sus callecitas, así que en nombre del Concejo en pleno venimos a inaugurar el encementao de esta calle. Esperamos le den buen uso, por favor cuídenlo, no arreen sus acémilas por aquí para que no malogren este encementao”.
Siguió hablando y como diez veces repitió la palabra “encementao”. Cuando terminó de hablar se fue a sentar y Popi, que estaba muy incómodo, le dijo entre serio y risueño: “ASFALTADO GUADALUPE, ASFALTADO”. Don Guadalupe un poco avergonzado se volvió a parar rápidamente, cogió el micro y dijo: “discúlpenme jovencitos si les he faltao”.

Parezco otra

Un domingo por la mañana, del año 70, estaba la zorrita (Magdalena Morales) en el parque Ramón Castilla, esperando el microbús, pues estaba invitada a una fiesta familiar en Sullana. Lo que llamaba la atención en ella es que llevaba puesto un vestido llamativo, de colores encendidos, zapatos de tacos, cartera, collar, pulsera y un peinado alto antiguo. La gente pasaba, la miraba y más de uno, sorprendido, le decía: "¡basta Magdalena!" haciéndole notar lo elegante que estaba. Ella respondía: "Parezco otra, ¿no? Parezco otra".

La señorita zorrita

Aguedita, la hija menor de la Magdalena, con sus siete años, estaba en una vereda jugando. Por allí pasó Waldemar con un amigo y le preguntó: "¿Tu eres la señorita zorrita?". "No", contestó Aguedita. "Si, tu eres la señorita zorrita", replicó Valdemar. "No, no fastidies", se molestó ella. "Yo creía que eras la señorita zorrita, porque me han dado diez soles, pero para entregárselos a la señorita zorrita". Entonces, Aguedita, muy emocioanda le dijo: "Sí, sí, sí, yo soy la señorita zorrita". Waldemar sonriente le dió 20 centavos, y Aguedita se fué contenta a comprar caramelos.

El cumpleaños de Julito

Un domingo, a las 6 de la tarde aproximadamente, Julito transitaba de sur a norte por la calle Comercio. Iba con sus copas encima y hablando solo. "Hace 50 años, un ñañito lloraba, ña, ña, ña, ¡había nacido Julito!". Al pasar por la puerta del Templo San Francisco de Asís se detuvo y dijo: "todos estos santos se van a la m..., menos mi San Panchito". Alguien desde el parque Ramón Castilla le gritó: "Amárrenlo". Julito, muy molesto, contestó: "¿Quién es ese energúmeno?, debes saber que yo soy Julio Chunga Bernal, con DNI Nº 05426388, osea un elector, no un badulaque como tú". Y enrumbó a su casa hablando molesto.

Juan Tume Chunga, Julito Chunga Bernal y Chale, en el carnaval 2008

Un terno para San Panchito

Cierta vez Julito Chunga le ofreció al cura retocar la imagen de San Panchito, del cual es devoto, para que según él "esté pulento para el día de su fiesta". Una vez que le dieron el Santo, inmediatamente lo llevó a la casa de su amigo el pintor Juan Tume Chunga, "Colchón", para que le haga el trabajo. Sucedió que tiempo después, cada domingo, el cura en la misa reclamaba: "Ya se acerca la fiesta y el señor Julito no trae el santo". Lo que pasaba era que Julito no juntaba el dinero y Colchón le decía que no le iba a entregar el Santo hasta que le pague. No se sabe cómo haría Julito, pero al final consiguó el dinero y entregó el Santo. Cuando le tocaban el tema, muy molesto, de decía a todo el que quisiera escucharlo: "A ese colchón no lo busquen porque es bien carero, me ha cobrado muy caro por su pintura que mejor le hubiera comprado un terno a mi San Panchito".

Ganando pierden

Por los años 80, en una retreta musical, en el parque Ramón Castilla, el Jurado Calificador estaba presidido por don Demetrio Alvarado "Demetriadas". Participaba una banda integrada por cerca de 40 músicos, correctamente uniformados, que tocaba tan bien que quienes la escuchaban opinaban que indiscutiblemente debían ganar. El Jurado se había dado cuenta de esto. Empezó el concurso y don Demetrio ordenó un "Paso Doble". Todas la bandas, a su turno, tocaron esa melodía. No faltó don Santos Chunga "Chanchito", que con sus tragos, aburrido pues no le gustaba esa música, gritó "carajo toquen música moderna". Seguidamente, don Demetrio ordenó un "Vals". De lejos se notaba la calidad de la música de la banda en cuestión, por lo que se llevaba la mayoría de los aplausos. A continuación don Demetrio ordenó una "Marinera", y la mejor banda tocó un bonito "Tondero". Don Demetrio de inmediato sentenció: "Ah carajo, se jodió esta banda, yo he pedido Marinera, no Tondero, ganando pierden". Y la mejor banda, perdió el concurso.

Mejor pocos bien comidos que tantos mal comidos

Una mañana, don Remberto Agurto, "Rember", salió por las chacras acompañado de dos peones, pues era época de riego y estaba buscando al que estaba de turno para calcular cuando llegaría el agua a su terreno. Caminando se encontró con don Mercedes Loro, "Meche Cuerero", quien también haciendo un alto a su trabajo estaba con sus peones tomándose una chicha con su piqueo. Don Meche, cortésmente, le invitó: "Rember, sírvete una chichita". Rember aceptó pues hacía un tremendo calor. "Rember, acompáñanos con el piqueíto". Viendo que era muy pequeño el plato, contestó con su sorna característica: "No gracias, es mejor pocos bien comidos, que tantos mal comidos". Desde allí viene ese dicho que, por supuesto, difundió don "Meche Cuerero".

jueves, 14 de junio de 2007